Estoy muy de acuerdo con la mirada que planteás: Andrew alcanza lo humano en el momento en que deja de funcionar y empieza a elegir, cuando ya no actúa por órdenes sino por sentido. Coincido también en que su deseo de morir es el gesto más humano de todos, porque implica aceptar el límite, y solo quien acepta el fin puede valorar la vida.
Sin embargo, creo que Andrew ya era humano antes de ser reconocido como tal o de desear la muerte. Lo fue desde el instante en que sintió empatía, culpa, amor y belleza, porque ahí se encendió algo que ningún código puede programar: la conciencia moral.
Siento que su transformación no fue de metal a carne, sino de obediencia a libertad.
En ese sentido, lo biológico es apenas como un envoltorio; la verdadera humanidad está en el alma que se pregunta quién es y para qué existe...Y Andrew, con todas sus dudas y sus búsquedas, ya lo había respondido mucho antes de morir.
Sin embargo, creo que Andrew ya era humano antes de ser reconocido como tal o de desear la muerte. Lo fue desde el instante en que sintió empatía, culpa, amor y belleza, porque ahí se encendió algo que ningún código puede programar: la conciencia moral.
Siento que su transformación no fue de metal a carne, sino de obediencia a libertad.
En ese sentido, lo biológico es apenas como un envoltorio; la verdadera humanidad está en el alma que se pregunta quién es y para qué existe...Y Andrew, con todas sus dudas y sus búsquedas, ya lo había respondido mucho antes de morir.