Dos ejemplos en los que puedo pensar son Gran Hermano (en Telefe) y la cuenta de TikTok de Arena Roja, una marca de joyería española. En el caso de Gran Hermano, la audiencia juega un papel fundamental, ya que el público es quien decide, a través de votaciones por mensajes de texto, quien continúa en la casa y quién la abandona. Sin esta interacción clave y todos los debates y polémicas posteriores en redes sociales, el programa perdería su esencia, que se basa en que la audiencia pueda elegir lo que sucede.
Por otro lado, la cara visible de Arena Roja, Erika Romero, lidera los videos en TikTok con una comunicación cercana, espontánea y personal, lo que crea un vínculo fuerte con su audiencia. Además, realiza demostraciones llamativas, como sumergir piezas en ketchup, agua de mar o gaseosa, para probar la durabilidad y calidad de sus joyas de una forma creativa y llamativa. Los seguidores en la plataforma desempeñan un rol muy importante para la marca, ya que actúan como un jurado social que legitima la calidad del producto. Los videos de Erika suelen viralizarse por su originalidad a la hora de crear contenido, generando miles de comentarios. La gente opina sobre los diseños, pide modelos específicos, hace preguntas sobre materiales, e incluso comparte experiencias personales con las joyas. Muchas veces ella responde a estos comentarios en nuevos videos, dándole voz directa al público. En una oportunidad posteó el reto #ArenaRojaEnPijama, donde invitaba a los seguidores a mostrar sus joyas desde sus casas, con ropa de entrecasa, por lo que el público se convierte en creador de contenido para la marca, reforzando la comunidad.