Tiresias fue un adivino tebano famoso por su sabiduría, pero lo que pocos saben es que vivió tanto como hombre como mujer. Según el mito, un día mientras caminaba por el monte Cilene, Tiresias vio a dos serpientes copulando y, al golpearlas con un bastón, fue transformado en mujer por Hera (la diosa del matrimonio). Vivió como mujer durante siete años —se casó, tuvo hijos e incluso se convirtió en sacerdotisa de Hera.
Siete años después, volvió a ver a dos serpientes copulando en el mismo lugar. Esta vez, en lugar de golpearlas, las dejó en paz (o según otra versión, las golpeó de nuevo), y fue transformado nuevamente en hombre.
Más tarde, Zeus y Hera discutieron sobre quién experimentaba más placer en el sexo, el hombre o la mujer. Como Tiresias había vivido ambas experiencias, fue llamado a opinar. Él dijo que las mujeres sentian mas placer (según algunas versiones, nueve veces más). Hera, molesta por su respuesta, lo dejo ciego. Zeus, sin poder revertir el castigo de otra deidad, le concedió entonces el don de la profecia y una vida larga como compensación.