¿Qué le dirías a un amigo que te dice que no cree en nada y que no le interesa Dios ni religión alguna?

Si un amigo o amiga me dice que no practica ni le interesa ninguna religión no le juzgaría, respetaría su decisión, pero le pediría que me justifique por qué. Sería interesante escuchar también lo que piensa, porque yo desde mi fe cristiana tendría otro punto de vista. Quizás también le pregunte si cree en que existe algo más poderoso, o si siente que la vida tiene un sentido. Esto también le preguntaría, si a la hora de pasar por algún momento o situación difícil como se siente, si le da un sentido a esto, a este sufrimiento o dolor por ejemplo, si cree que tendrá solución o si siente un “vacío existencial”, como plantea Víctor Frankl. También le diría que escuche otras opiniones de personas que si practiquen o sean parte de alguna religión, en la que crean en Dios, quizás también escuchar a otros le ayuda a encontrar su posicionamiento o ideología.

Si un amigo me dice que no cree en nada y no le interesa Dios ni religión alguna, primero escucharía con atención las razones que lo llevaron a tal decisión y trataría de comprenderlo, teniendo el pleno conocimiento de que no todos vivimos la Fe de la misma manera y cada uno elige qué camino seguir basándose en sus vivencias o experiencias propias. Después de que él se sienta escuchado, le contaría algunas historias que me han relatado familiares sobre el tema de la religión, e incluso experiencias propias que viví y me ayudaron a reforzar mi Fe.
Además, le contaría cómo fue mi experiencia al seguir por el camino de la religión, que no se trata de ir a la Iglesia y seguir ciertas reglas como muchas personas suelen pensar, sino que también es sentir diariamente que no estoy sola, que hay alguien que me acompaña y me ama tal como soy. Tampoco intentaría convencerlo de nada, simplemente contarle mi experiencia para que pueda conocer otro punto de vista diferente, y de esa manera descubrir, por sí mismo, a la religión como algo lindo y real. Todo será posible si él está dispuesto a escuchar sin juzgar, pero sin sentirse obligado a adoptar las mismas creencias.

Si un amigo me comparte su escepticismo o su falta de interés en lo trascendente, creo que mi primera reacción sería escucharlo con atención y respetar sinceramente su forma de ver las cosas. Entiendo que esa postura puede venir de muchas experiencias distintas, de reflexiones personales o incluso de no haber tenido sentido nunca conectado con la manera en que se le presentó la religión.
Desde mi lugar, y con lo que he ido aprendiendo y pensando sobre la naturaleza humana como algo que busca sentido, trataría de entender si su desinterés por "Dios" o lo religioso también implica que no se hace esas preguntas profundas sobre la vida. Me pregunto si esas inquietudes sobre el origen, el propósito o el destino aparecen en él de otras formas: capaz a través de la ciencia, la filosofía, el arte o sus vínculos con otras personas.
No se trata de querer convencerlo ni de imponerle una mirada religiosa. Más bien, intentaría compartir cómo vivo yo esa búsqueda. Para mí, lo espiritual o religioso es una forma de acercarme a esas preguntas esenciales y encontrar un marco que le da sentido a mi vida. No es que tenga todas las respuestas, pero sí siento que estar en camino, buscándolas, ya es algo valioso y enriquecedor.
También me daría curiosidad saber si tuvo alguna experiencia con la religión que le haya dejado una marca o si simplemente nunca se sintió llamado o interesado. Pienso que la religión se vive de formas muy distintas, y lo que a uno no le dice nada, a otro le puede hablar profundamente.
Capaz no pondría el foco tanto en la idea de "Dios" o en las instituciones religiosas, sino más bien en esa necesidad que tenemos todos, de algún modo, de encontrarle un sentido a la vida, de ir más allá de lo puramente material. Y me preguntaría si en su vida hay cosas (valores, pasiones, compromisos) que cumplen ese rol de darle significado, identidad, pertenencia.
Lo que más me importaría sería poder tener un diálogo sincero, donde los dos podamos compartir nuestras miradas sin juzgarnos ni presionarnos. Quisiera que mi amigo sintiera que su manera de pensar es respetada, igual que lo es la mía. Al final, creo que lo más importante es cuidar la amistad y el entendimiento mutuo, más allá de cómo cada uno responde a las grandes preguntas de la vida.

Si un amigo me dice que no cree en nada, ni siquiera en Dios y tampoco es de ninguna religión, me gustaría saber el porqué de su decisión, qué lo llevo a pensar así.
Además, le contaría sobre mis propias experiencias de fe, cosas que me sucedieron o que mantienen viva mi fe cada día, el amor hacia Dios, la esperanza, le explicaría que como fue mi camino con la religión católica y porqué lo elijo cada día.

Me gustaria escuchar de esa persona que lo llevo a “no creer en nada”. Si fue alguna situación puntual de su vida o si en verdad nunca nadie le hablo de ninguna religion y el por el desconocimiento y desinteres tomo esta postura. Despues de eso yo creo que le contaria como yo vivo la religion, lo gratificante que se me hace saber que existe alguien mas, que guia mi camino, me cuida y sobre todo; me ama. Que cuando estoy en una situación limite, que no tengo herramientas para salir adelante y no hay nada mas para hacer, descanso en ese ser divino que me escucha y a él, que todo lo puede, le pido que me de paz, claridad y calma. Y mi fe es tanta que siento que se me revela y que todo lo que le pido me lo concede.
Me daría curiosidad saber si siente que esta llamado a algo en la vida o le encuentra algún sentido a vivir, por que o para que lo hace. Donde encuentra respuestas a esas preguntas tan profundas.
Y por ultimo le diria que en el catolicismo creemos en un Dios que solo nos pide que amemos sin parar y que vivamos siempre con eso en el frente. Que si no sabe como vivir de esa manera, También existe un libro que cuenta de la vida de un hombre que vino a este mundo a enseñarnos como vivir a traves del amor, con acciones concretas y muy facil de entender.

En el caso de que un amigo me diga que no cree en nada o que no está interesado por alguna religión, respetaría su punto de vista u opinión, pero le preguntaría: qué es lo que lo motiva día a día, cuál es su sentido de vida, cómo enfrenta las diferentes situaciones de la vida, es decir, de qué se sostiene o guía para seguir adelante.
Estas interrogaciones no las haría con la intención de lograr que mi amigo crea en algo, sino mas bien, para saber como enfrenta su vida, debido a que yo considero que creer en algo superior es un consuelo y una forma de darle sentido a la vida, ya que, muchas veces nos encontramos en situaciones difíciles que no sabemos como resolverlas o enfrentarlas.
También le preguntaría a mi amigo si alguna vez creyó en algo o estuvo interesado en hacerlo, y si lo llegó a hacer, agregaría la pregunta: qué motivo o situación fue lo que lo llevó a dejar de creer .

Si algún amigo mío, me comenta que no cree en nada, ni le interesa Dios, ni alguna religión. Lo primero que considero fundamental es respetar la postura de el, ya que todo pensamiento es válido y debe ser aceptado. Procuraría hablar, preguntándole que lo ha llevado a adoptar esa forma de pensar hoy en día. También le plantearía como el afronta ciertas situaciones difíciles (por ejemplo, la enfermedad de un ser querido), en las que muchas personas recurrimos a la oración como fuente de consuelo y esperanza. Si esta persona está dispuesta a escuchar, le sugeriría que vea testimonios de milagros o situaciones cotidianas que permitan establecer una conexión más cercada o comprensible con este ámbito.

Si un amigo/a me contaría que no cree en nada y que no le interesa Dios respetaría completamente su forma de pensar, pero le diría: yo si creo en Dios y para mi es algo importante porque me da paz, no estoy buscando convencerte, solo compartirte lo que yo vivo, así como respeto lo que sentís vos.
No intento cambiar tu forma de pensar, pero si algún día sentís curiosidad, te diría que intentes abrirte a Dios, ya que a veces la fe no es algo que se entienda al instante, sino algo que se vive.

A mi amigo el que no cree en ninguna religión ni en dios se que no lo hace por alguna experiencia personal, en algún momento buscamos o nos encontramos con Dios, y solo le diría que Dios lo va encontrar y le indicara la religion en el momento adecuado.

Si en una charla con un amigo me dice que no cree en nada y que no le interesa Dios ni religión alguna, le preguntaría el porqué de su desinterés y lo escucharía de forma atenta y respetuosa. Luego le contaría, en el caso de que quiera saberlo y hablar al respecto, del porqué de mis creencias, cómo fue crecer con ellas y cómo lo vivo en mi día a día.
En esa charla buscaría que ambos podamos dar nuestros puntos de vista respecto al tema pero sin que se imponga ninguna opinión, dado que la idea no sería hacer cambiar de parecer al otro, sino conocer lo que se cree y poder hablar y debatirlo con respeto.

A un amigo que me dice que no cree en nada y que no le interesa Dios ni la religion, le responderia que entiendo y respeto su postura, pero tambien que me gustaria saber si alguna vez se sento a pensar realmente el por que de esa posicion. Ya que muchas veces esas ideas vienen por experiencias personales malas, o por como fue criado o simplemente porque nunca se paro a cuestionarselo en profundidad. No trataria de imponerle una creencia, sino mas bien preguntarle si hay algo mas alla de lo visible, algo que le de sentido a la vida

En el caso de tener una persona cercana que no crea en nada (ni en dios, ni en alguna religión), la respetaría tal como respeto a aquellos que, si creen en algo, incluso si no corresponde con mis creencias. La respetaría principalmente, por el simple hecho de ¿Quién no se pone a reflexionar sobre que es lo que existe y que no?
Sin embargo, le plantearía algunas preguntas como: ¿Por qué lo hace? ¿Por qué no tiene creencia alguna? ¿Cuál es su justificación para no hacerlo? Y ¿Qué lo llevo a adoptar esa postura?, ya que no creo que haya sido por la nada misma, siento que algo lo llevo a hacerlo. Además, me gustaría hacerlo reflexionar o entrar en razón, ¿No crees que, en algún momento, haya algo que te lleve a replantarte todo? Es decir, no crees que hay algo que te lleve a repensar, ¿Qué pasa cuando no le encostras sentido a la vida o no encostras paz? Claramente no te estoy diciendo que creas en Dios o en los santos, sino que encuentres algo por lo que creer, algo que te haga sentir seguro, sin importar que sea, simplemente para poder estar bien contigo, para cuando sentís que estás cayendo o que todo está saliendo mal y poder aferrarte a algo y juntar fuerzas, o al contrario para cuando estés bien y feliz y tener algo a que agradecerle. Como yo lo hago con Dios.

Si un amigo me dice que no cree en nada o que no le interesa Dios o religión alguna, respetaría, sobre todo, su opinión, y le preguntaría qué lo llevó a tomar esa decisión. Además, le preguntaría que cree que es lo que los creyentes llamamos "Dios", "Fe", "Iglesia", si alguien alguna vez le comentó sobre el significado de estos conceptos, para poder charlarlos sin intención de imponer una postura, sino más bien para repensar los motivos que nos llevan a creer o no creer (tanto de él/ella, como los míos). También, compartiría, desde mi experiencia, el significado y la influencia que ha tenido en mi vida la Fe, destacado que el "camino de la Fe", nunca es lineal y siempre habrá situaciones en las cuales lo cuestionemos o repensemos.

Si un amigo me dice que no cree en nada y no le interesa Dios ni religión alguna, respetaría su opinión y, sin ánimos de juzgar, le preguntaría por qué le surge esa forma de pensar o sentir, si relaciona a la religión con algo negativo de su experiencia o qué es lo que lo lleva a su decisión. También le compartiría mi experiencia y forma de pensar, para que podemos intercambiar ideas y así también, tal vez, enriquecer la información que tenemos sobre religiones y todo lo relacionado, ya que probablemente sean interesantes sus fundamentos o simplemente no este informado sobre el tema y eso lo lleva a su conclusión de "no creer en nada".

Siempre desde una posición de respeto y empatía, y si la otra persona está interesada, me gustaría saber que motivos le guían en la vida cotidiana. ¿Qué es lo que le da sentido a cada día, a sus proyectos, relaciones, sufrimientos, dolores? En lo personal, mi recorrido de vida de la mano de la fé no fue estable; tuve momentos de cuestionamiento, confrontación y desconfianza en el pasado, los cuales me ayudaron a profundizar mi presente y hoy, me permiten soñar con un futuro. Por ello, considero que si bien no es lo único que me mantiene viva y motivada, es una dimensión que forma parte de mí y compartir aquello con un amigo/a que puede tener una posición similar o diferente a la mía, resultaría una experiencia muy valiosa.

Si un amigo me dijera que no cree en nada y que no le interesa Dios ni la religión, lo primero que haría sería escucharlo con calma, sin juzgarlo, y trataría de entender qué fue lo que lo llevó a sentir eso (ya que detrás de esas decisiones siempre hay una razón, una historia o incluso un cansancio de haber buscado algo que no terminó de llenar). Además, le preguntaría qué lo inspira cuando siente está perdido, y compartiría algunas de las razones por las cuales soy creyente.
Creo que lo importante no es intentar convencerlo, sino compartir desde lo que uno vive, y si algún día le genera curiosidad o siente que algo le falta, que esa persona sepa que puede hablar conmigo sin miedo a ser criticado.

Si un amigo me plantea que no cree en nada, no lo juzgaría, ni le cuestionaría nada de su pensamiento, pero le consultaría ¿por qué? no cree en nada y ¿por qué? no le interesa ninguna religión, incluso le preguntaría si alguna vez tuvo la oportunidad de acercarse a alguna religión cualquiera esta sea y si lo hizo que fue lo que lo hizo sentir que no pertenecía o que no creía en ella,
Pienso que no le hablaría de ninguna religión en particular, pero le consultaría si cuando le sucede algo malo a quien acude, a quien le pide apoyo y acompañamiento, particularmente creo que está bien creer en "algo" consideró que te mantiene con cierta "esperanza", la fe de creer en algo más que la mera existencia.

Si un amigo que me dice que no cree en nada y que no le interesa Dios ni religión alguna, comenzaría diciendo que entiendo lo que dice y respeto la forma de pensar. Pero, le plantearía que, más allá de las creencias o la falta de ellas, todos enfrentamos experiencias profundas que nos hacen preguntarnos sobre el sentido de la vida. Cosas como la muerte, el sufrimiento, la injusticia, o incluso el mal que vemos a nuestro alrededor, nos colocan frente a límites que muchas veces no podemos ignorar. Aunque uno decida no creer en Dios ni en religiones, esas realidades siguen estando ahí, y de algún modo nos empujan a buscar algo que les dé sentido.

Y le preguntaría, cómo enfrenta esas experiencias, esa necesidad que parece formar parte de todos nosotros, esa “voluntad de sentido” que llevamos dentro. Creo que, de alguna manera, todos necesitamos algo que nos ayude a caminar por esta vida, sea una idea, un ideal o simplemente una explicación que nos parezca suficiente.

Además, ¿y si no somos solo nosotros buscando sentido? ¿Y si el sentido también nos está buscando a nosotros? Donde no se trata solo de que el hombre intente encontrar respuestas, sino de que el sentido mismo, Dios, sale al encuentro del hombre. No le diría que tenga que aceptarlo, pero quizá valga la pena considerarlo, no como algo impuesto, sino como una posibilidad abierta.

Bueno si un amigo me diría que no cree en nada o que no le interesa Dios, lo escucharía, vería cual es su punto de vista, que es lo que lo llevo a pensar así, muchas veces juzgamos sin saber que es lo que lo condujo a pensar de esa manera. Y podría recomendarle que se acerque, que muchas veces se encuentra una linda respuesta, ya sea en una religión o en lo que le interese. Yo creo que a veces se piensa de esta manera porque no nos damos el trabajo de informarnos, o porque no es algo "normal" de los jovenes, que, en ocasiones, somos bastante influenciados por nuestro entorno y no hacemos lo que realmente creemos.

Si un amigo me dice que no cree en nada y que no le interesa nada que se relacione con Dios, lo escucharía con mucho respeto. Cada uno tiene su historia y me parece importante poder hablar de estas cosas sin juzgar al otro. Pero también le compartiría lo que yo viví. Fui a un colegio católico, y gracias a eso me acerqué a la fe desde muy chica. Tuve experiencias muy lindas, que me ayudaron a conocer a Dios desde un lugar simple pero profundo.
Además, pude adentrarme en grupos y comunidades religiosas de las parroquias, donde compartir con otros me llenó el corazón. Eso fue una experiencia hermosa. Saber que Dios me da su amor a través de todo eso, de la gente, de los gestos, de lo que compartimos, es algo precioso. Me dio una felicidad que me sigue acompañando hasta hoy.
Capaz, si se da la charla, lo invitaría a vivir algo así: un retiro, un encuentro, algo que le permita experimentar la fe desde adentro, más allá de las ideas o prejuicios. Porque muchas veces, cuando uno lo vive, todo cobra otro sentido. Igual, si no quiere, también está bien. Lo importante es que podamos hablarlo con libertad, acompañarnos, y que cada uno encuentre su camino.

Creo que si un amigo me dijera que no cree en nada, le diría que está bien. A veces uno necesita replantearse sus creencias para, tal vez, volver a encontrar fe. Pero muchas veces, aunque alguien diga que 'no cree en nada', en el fondo cree en algo: en una persona, en hacer lo correcto, en encontrarle sentido a las cosas. No todo se trata de religión o de creer en un Dios específico. Lo importante es ser sincero con uno mismo y vivir de forma coherente con lo que uno siente. Pero siempre estar abierto a las nuevas experiencias y charlas con gente que quizas si cree en alguna religion.

Si un amigo me dice que no cree en nada y que no le interesa Dios ni religión alguna lo entendería perfectamente, pero le preguntaría por qué no cree y tampoco le interesa, no para juzgarlo si no, para entender sus razones o qué es lo que lo motiva en su vida, en donde encuentra el sentido de las cosas que hace diariamente.
Si bien mi relación con Dios no es la más fuerte y lineal, porque sí, tengo momentos de duda, de replanteamientos, pero cuando la vida se me pone difícil y no tengo esperanzas o motivación para continuar con mis responsabilidades, en quien me refugio es en Dios; una frase que me recuerdo constantemente en esos momentos es "El plan de Dios es perfecto".
No puedo obligar a un amigo a que crea en Dios o que se interese en alguna religión, pero si puedo compartirle mis experiencias para que vea todo esto desde otra perspectiva.

Si un amigo me dijera que no cree en nada y que no le interesa Dios ni ninguna religión, no lo criticaría ni trataría de convencerlo de otra manera. Más bien, intentaría comprender su punto de vista. Le preguntaría qué lo llevó a pensar así, por qué siente que no le despierta interés ningún tipo de creencia o religión. También le consultaría si en algún momento de su vida se acercó a alguna fe o práctica espiritual, y si lo hizo, qué fue lo que lo hizo sentirse desconectado y apartarse.

No le hablaría directamente sobre una religión específica, pero sí le haría una pregunta: cuando enfrenta una dificultad o un momento doloroso, ¿a quién recurre?, ¿en quién se apoya? Personalmente, creo que tener alguna forma de creencia puede ser una fuente de consuelo y de esperanza. Pensar que hay algo más allá que esta ahi siempre para vos puede ayudarte a mantenerte firme y con fe, especialmente cuando la vida se pone difícil.

Si un amigo me dice que no cree en nada y que no le interesa Dios ni la religión me gustaría escuchar los motivos que lo llevaron a no creer o dejar de hacerlo, respetando su postura y sin juzgar sus pensamientos. Además podríamos debatir sobre la fe, la religión y el sentido de la vida desde ambos puntos de vista, comprender cómo enfrenta los momentos difíciles y en qué se apoya para seguir adelante en la vida.

Si un amigo me dice que no cree en nada, ni le interesa Dios, ni alguna religión, respetaría su decisión, y por sobre todo oraría por él, para que el Espíritu Santo se le revele y sea Dios quien haga la obra en su vida, quitando todo velo. Le preguntaría qué piensa acerca de la religión, de Dios y le contaría mi experiencia, cómo Dios me salvo, me trajo nueva vida y me da una esperanza eterna. Cómo la importancia está en construir una relación con Dios personal, y no en seguir solamente una serie de reglas. Aceptando a Cristo es la única manera de ser hijos de Dios, él es el mediador entre el Padre y los hombres, y el Espíritu Santo vive cada uno de sus hijos.

Si un amigo me dice que no cree en nada y que no le interesa Dios ni ninguna religión, lo respetaría y le diría que está bien, me gustaría que podamos construir charlas serias sobre su manera de ver al mundo. Le preguntaría en qué cree el/ella, sin juzgar y con una curiosidad genuina. No necesitas creer en una religión para ser una buena persona, o para tener valores y principios, lo importante es que sea fiel consigo mismo, y estar dispuesto cuestionarse, cambiar de opinión, aprender sin miedo a ser juzgado, o incomprendido. A veces las conversaciones más valiosas no es convencer, sino entender.

De hecho, me ha pasado, pero creo que todos necesitamos encontrar un sentido en esta vida. Las distintas situaciones nos llevan a buscar respuestas, y en esa búsqueda, comenzamos a preguntarnos sobre Dios. Rezaria por él y por su plena conversión.

Bernardi Marìa Itati
El hombre por naturaleza en algo cree, entonces como cristiana, es también una misión dar a conocer a Jesús, si bien la amistad se basa en el respeto de lo diferente, rezaría para que que el señor llegue a su corazòn, pero también le contaría como diferentes santos que no creían en nada lograron convertirse y llevar una vida para EL, para Dios.

A un amigo que no cree en nada y no le interesa saber de la religión, le preguntaría cual es su concepto de religión y que piensa acerca de Dios. Después de eso, le hablaría sobre mi experiencia, acerca de la relacion que tengo con Dios, y que es lo que la Biblia habla realmente de quien es Dios y como vivir una vida en relacion con El. Que muchas veces no es de la forma en la que pensamos.
Siempre hablando desde el respeto y con amor. También oraría por el para que el Espíritu Santo se le revele y pueda conocer a Dios verdaderamente. No por palabras de otros, sino por el mismo.

Si un amigo me dijera que no cree en nada y que no le interesa Dios ni la religión, como persona la cual no practica ningún tipo de religión, entendería su punto de vista. Sin embargo le preguntaría cual es la razón la cual lo llevo a tener ese punto de vista y como hace para enfrentar su día a día. Además le consultaría, con curiosidad y sin juzgar, si alguna vez se informó sobre distintas religiones o filosofías espirituales. A veces uno dice que no cree en nada sin haber explorado demasiado, y puede que haya ideas interesantes o valiosas incluso en caminos que no seguimos ya que creo que es valioso mantener la mente abierta, no para adoptar una creencia a la fuerza, sino para poder dialogar con otros, entender distintos puntos de vista y crecer como personas. Aunque no compartamos la fe religiosa, siempre hay algo que aprender del pensamiento, la experiencia o la espiritualidad de los demás. En ese sentido, me interesa más el respeto mutuo y la búsqueda del entendimiento que las diferencias entre creer o no creer.

Si un amigo me dice que no cree en nada y no le interesa la religión, le diría que entiendo y respeto su postura. Creo que es fundamental validar cómo se siente y su derecho a tener dicha opinión y de formar su propia creencia. Además, le dejaría en claro que mi respeto y consideración por él como amigo no depende de que compartamos las mismas creencias y/o prácticas.

En el caso que mi amigo no crea en nada, directamente no sabría que decirle, aun así, está bien ya que cada uno es diferente al otro, en cuyo caso podríamos tener una conversación acerca de esto, siempre sin hacerlo sentir presionado y con su consentimiento previo, porque, muchas veces, es un tema que incómoda a las personas por sus experiencias de vida o simplemente no quiere hablar de eso, no siempre es necesario creer en algo y es comprensible.