Sobre La aceptación de sí mismo

Sobre La aceptación de sí mismo

Número de respuestas: 4

Luego de leer el texto de Guardini y la ficha de sus nociones importantes, les propongo reflexionar y compartir en este foro lo que piensan de las siguientes cuestiones:

a) ¿En qué sentido/s le interpela el deber de aceptarme que plantea este filósofo?

b) ¿Qué nociones que le llaman la atención agregaría a la lista de la ficha?

Retomaremos estas cuestiones en la siguiente clase.



En respuesta a Primera publicación

Re: Sobre La aceptación de sí mismo

de TORRES MIGUEL ÁNGEL -
a) ¿En qué sentido/s le interpela el deber de aceptarse que plantea este filósofo?

El deber de aceptarse que propone Guardini interpela en varios sentidos. En primer lugar, porque resalta que la existencia no es una elección propia, sino un don recibido. La persona está llamada a asumir la vida tal como le ha sido dada: con su historia, sus límites y sus posibilidades. Esa aceptación se convierte en la base de toda responsabilidad y de todo obrar ético.

También interpela frente a la tendencia a evadirse de sí mismo, ya sea por medio de fantasías de querer ser otro, por el rechazo de los propios defectos o incluso por la desesperación que lleva al suicidio. Guardini plantea que aceptar la propia realidad, con sus luces y sombras, es el único camino que permite transformar lo negativo sin caer en la negación del propio ser.

Finalmente, este deber interpela en cuanto a la dimensión religiosa de la existencia: reconocerse como criatura querida y sostenida por Dios. Aceptarse a sí mismo significa vivir en fidelidad a esa donación originaria, lo cual confiere seriedad y sentido a la vida entera.

b) ¿Qué nociones que le llaman la atención agregaría a la lista de la ficha?

A la lista agregaría algunas nociones que resultan muy sugerentes en el texto. Una de ellas es el arrepentimiento, entendido como la capacidad de reconocer los propios errores sin negar la propia identidad, utilizándolos como punto de partida para un cambio.

También incorporaría la idea del respeto de sí mismo, que aparece como condición necesaria para sostener la dignidad personal y no caer en formas de autonegación o desprecio.

Otra noción valiosa es la de la angustia existencial. Guardini señala que no es inevitable que la finitud humana se viva como angustia; también puede asumirse con confianza y sentido vital si se comprende como parte constitutiva de la condición humana.

Finalmente, sumaría la idea del camino personal a la plenitud: cada vida es un recorrido único, con obstáculos y límites, pero también con la posibilidad de desarrollarse en autenticidad y realización propias.
En respuesta a Primera publicación

Re: Sobre La aceptación de sí mismo

de AZAF MARTINA -
a) Lo que más me interpela del texto de Guardini es que plantea la aceptación de uno mismo como un deber, no como una simple actitud positiva o una moda de autoayuda. Me hace pensar que no basta con “gustarme” o “estar conforme”, sino que tengo que asumir con responsabilidad lo que soy, con mis límites, mis defectos y también mis posibilidades. Me toca especialmente cuando dice que no puedo evadirme de lo malo que hay en mí, ni fantasear con ser otro. Eso me confronta, porque muchas veces uno quiere escapar de lo que le duele o le incomoda de sí mismo. Pero Guardini propone que el verdadero crecimiento empieza cuando me reconcilio con lo que soy, incluso con lo que no elegí. Me hace pensar que aceptarme no es quedarme quieta, sino empezar a caminar desde ahí, con humildad, con verdad, y con confianza en que ese camino tiene sentido porque fue querido por Dios.

b) Hay dos ideas que me llamaron mucho la atención: Una es el desdoblamiento interior, esa distancia que hay entre lo que soy y lo que entiendo de mí misma. Guardini lo describe como una separación profunda, que nos impide tener paz, y que solo puede ser sanada por el Espíritu Santo. Me pareció muy interesante pensar que muchas de nuestras preguntas existenciales (“¿por qué soy así?”, “¿por qué no soy otro?”) nacen de esa falta de unidad interior. La otra noción que agregaría es el respeto a uno mismo. Guardini dice que el hombre no puede respetarse si cree que viene solo de la naturaleza, como un animal. Pero si reconoce que fue creado por amor y con responsabilidad por Dios, entonces puede y debe respetarse. Esa idea me pareció muy importante, sobre todo en una época donde muchas veces se pierde el valor de la persona. Me hizo pensar que respetarme no es orgullo, sino reconocer que mi existencia tiene un sentido profundo, y que ese sentido no depende de lo que logre, sino de quién me dio el ser.
En respuesta a Primera publicación

Re: Sobre La aceptación de sí mismo

de DELFINO PAULA ROSARIO -
a) El deber aceptarme lo pienso como una actividad en constante ejercicio ya que, para poder aceptar debo primero poder conocerme, tanto en mis aspectos positivos como negativos. El conocerme a mi mismo a partir de distintos procesos de interiorización y de apertura a esto. El conocerme da lugar a enfrentarme con todo lo que soy, tanto en mis aspectos positivos como negativos, abrazarlos y aceptarme a mi mismo. Es un ejercicio, un proceso, que se va realizando a largo de la vida, en compañía de otros y en compañía de mi mismo.

b) la noción que agregaría a la lista de la ficha es la de angustia existencial. Esta angustia, dice el autor, aparece cuando no aceptamos lo que somos o cuando queremos escapar de nuestra condición humana
La aceptación del sí mismo como una forma de atravesar esa angustia, de integrarla como parte del camino hacia una vida más auténtica y libre
En respuesta a Primera publicación

Re: Sobre La aceptación de sí mismo

de SOZIO EVANGELINA -

a) Lo que más me interpela del deber de aceptarme que plantea Guardini es que no se trata solo de entenderme, sino de reconciliarme con mi propia historia. Me hace pensar que aceptar lo que soy no es resignarme, sino dejar de pelear con lo que la vida me dio y aprender a transformar eso en algo valioso. A veces uno cree que aceptarse es decir “ya está, soy así”, pero el autor invita a algo más profundo: mirarse con verdad, sin disfraces, sin comparaciones, y desde ahí empezar a crecer. Me hace entender que aceptar no es conformarse, es reconciliarse con el misterio que soy, con mis límites, mis heridas y mis dones. Me desafía porque me cuesta ver mis límites sin juzgarme, pero también me hace creer que incluso mis imperfecciones pueden tener sentido.

b) Agregaría a la lista la paciencia interior, esa actitud de poder esperar por mí mismo, sin desesperarme por no ser todavía quien quiero ser. También la idea de gratitud, porque aceptarse incluye reconocer que la vida es un regalo, incluso cuando no todo sale como espero. Además agregaría la esperanza, que me parece el hilo que une todo lo que dice Guardini: la confianza en que puedo seguir haciéndome, con fe, desde lo que soy. 

Me gustaría por ultimo, sumar que descubrir que mi límite es parte de mi sentido; que la fragilidad también educa y humaniza. Y sobre todo, el agradecimiento: esa mirada que transforma el “por qué soy así” en un “gracias por serlo”.