Las estrategias de siempre responderán al objetivo comunicacional; pensemos siempre en qué queremos promover que las audiencias hagan luego de percibir el mensaje que transmitimos, a través de diferentes acciones.

Es importante, por tanto, considerar también cómo queremos que esos contenidos sean "consumidos": en qué momentos, a través de qué condiciones (formatos); cómo lograremos mejor impacto e interpelar a las audiencias deseadas; y cuál será el enfoque del mensaje que nos permitirá conectar con esas audiencias. Para esto, la elección del medio o los medios es crucial. Recordemos que en comunicación integral, y más en campañas de marketing digital, no manejaremos sólo un medio, sino una multiplicidad de medios que deberán permitir un recorrido/navegación entre ellos (a partir del uso de hipervínculos) y hacia ellos (en motores de búsqueda).

A su vez, ese mensaje puede ser reforzado o complementado con el desempeño y uso de otros canales y formatos. Es decir, puedo usar fotos en una red como Instagram, video en otra plataforma tipo YouTube, un parte de prensa hacia los periodistas y una redacción en la sección de noticias de la web para dar a conocer el lanzamiento de un producto. El objetivo comunicacional y el mensaje es uno, pero se adapta a los requisitos de los formatos y plataformas para su mejor proyección hacia la conexión con los públicos-meta.

La estrategia de comunicación, por tanto, debe estar alineada con los objetivos y valores de la empresa, ser honesta y partir de un buen conocimiento del público al que se dirige.

Veamos ahora algunos ejemplos de estrategias de comunicación:

Estrategia de confianza
La confianza siempre ha sido la base de las identificaciones, y este principio sigue siendo cierto en el mundo online. No basta con darnos a conocer, también tenemos que conseguir que confíen en nosotros. Este tipo de estrategias suelen basarse en la prueba social: mostrar que la solución que ofrecemos ya ha funcionado a otras personas. Para ello, podemos utilizar elementos como los testimonios de usuarios o los logotipos de marcas que han recurrido a nuestros servicios.

Estrategias de posicionamiento
Todas las marcas están concebidas en torno a una serie de principios y valores. Pero para que estas cualidades lleguen a impactar en el público objetivo, necesitamos una estrategia de comunicación orientada al posicionamiento de marca. Para que este tipo de estrategia tenga éxito, es fundamental saber cuál es el público al que nos dirigimos y cuáles son sus canales preferidos. Por ejemplo, queremos llegar a los centennials, quizá lo más apropiado sea una campaña con influencers en redes sociales, ya que ver que sus "ídolos" usan ciertos productos, les dará confianza de uso o querrán simplemente imitarlos e incorporarlos también a su vida.

Estrategias de expansión
Cuando ya tenemos una marca visible, bien posicionada y que se ha ganado la confianza del público, el siguiente paso es hacerla crecer hacia nuevos horizontes comerciales, a través de nuevos mercados, nuevos clientes o nuevos productos y servicios. Para hacer llegar todos estos avances, necesitaremos una estrategia de comunicación orientada por múltiples canales, de gran alcance y proyección. Es fundamental en esta instancia, conocer bien al nicho donde querremos impactar: su cultura, sus intereses, sus dinámicas sociales, sus hábitos de consumo, los periodistas y medios informativos más vistos, los lugares de encuentro, etc.

Estrategias de lanzamiento
¿Cómo haremos para impactar con una primera impresión? ¿Cómo será percibida esa primera impresión? Si dicen que la primera impresión es todo lo que cuenta, ¿qué estrategias serán las adecuadas para estas ocasiones? Todo lanzamiento debe ir acompañado de una estrategia de comunicación que nos permita generar un impacto positivo en las audiencias; el margen de error debe ser mínimo, por eso es importante realizar con detalle una planificación de acciones bien calendarizadas. Esta estrategia puede utilizarse cuando una marca sale al mercado, cuando una institución realiza un re-branding, cuando lanza un producto o servicio nuevo; no sólo servicios orientados a comercializar con el cliente, sino también servicios brindados por la institución para lograr mejores relaciones con sus públicos, por ejemplo un nuevo canal de atención a clientes, un nuevo método de pago electrónico, una nueva incorporación a la gerencia, etc.

Estrategia de visibilidad
La visibilidad suele ser uno de los grandes objetivos de las instituciones. Hacerse visible es poder dar cuenta de su existencia. En esta etapa, es fundamental generar acciones de reconocimiento; cuanto más aparezca una marca en distintos espacios donde puedo encontrar a su público objetivo, más anclaje en el recuerdo de los usuarios tendrá la marca. Este reconocimiento hará crear paulatinamente una confianza hacia la institución/marca, lo que se transformará en otro tipo de acciones y vínculos entre públicos y organización, como por ejemplo la conversión de compra de un producto o servicio. Es como darle presencia y legitimidad; lo que buscamos es crear y alimentar relaciones a largo plazo.

Estrategia de fidelización
Es indispensable lograr capitalizar cada acción desarrollada para que sirva como un recurso que nos permita sostener el vínculo entre la audiencia con nuestro proyecto comunicacional/institución a largo plazo. Con una buena experiencia de usuario por las interfaces, con una adecuada atención y con la satisfacción de necesidades y expectativas de nuestro público, con un coherente y homogeneo tratamiento de los temas abordados o de los lineamientos de la identidad de marca, lograremos convertir a nuestro público en MEDIOS GANADOS: quienes nos recomienden y ayuden a expandir nuestros contenidos hacia nueva audiencia; quienes se identifiquen con nuestra propuesta y quieran formar parte, creando así una comunidad de seguidores.


Última modificación: jueves, 2 de octubre de 2025, 16:46