Eco era una ninfa de los bosques, muy bella y encantadora, pero también extremadamente habladora. Le encantaba conversar, y tenía una habilidad especial para distraer a quienes la escuchaban con su voz dulce y sus palabras ingeniosas. Esta cualidad, sin embargo, terminó causándole problemas.
Según el mito, Hera, esposa de Zeus, sospechaba que su marido se encontraba con otras ninfas. Eco, para proteger a Zeus, entretenía a Hera con largas charlas para que no descubriera sus infidelidades. Cuando Hera se dio cuenta de la artimaña, se enfureció y castigó a Eco: la condenó a no poder hablar por sí misma, solo podía repetir las últimas palabras que escuchaba de otros.
Mientras Eco vagaba triste y silenciosa por los bosques, se encontró con Narciso, un joven de una belleza extraordinaria, admirado por todos. Sin embargo, era frío, arrogante y vanidoso: despreciaba a todos los que se enamoraban de él, pues creía que nadie era digno de su amor.
Eco lo vio y se enamoró perdidamente. Lo siguió en silencio por el bosque, sin poder hablarle directamente. En un momento, Narciso gritó:
—¿Hay alguien aquí?
Eco respondió repitiendo:
—Aquí, aquí...
Narciso, confundido, preguntó:
—¡Ven!
Y Eco solo pudo repetir:
—¡Ven!
Finalmente, cuando Eco se mostró, corrió a abrazarlo, pero Narciso la rechazó con desprecio. Humillada y con el corazón roto, Eco huyó a las cuevas y montañas. Se dice que su cuerpo se desvaneció por la tristeza, hasta quedar solo su voz, que aún resuena en los valles: el eco.
Los dioses, al ver el sufrimiento que Narciso causaba con su indiferencia, decidieron castigarlo. Lo hicieron enamorarse de su propia imagen reflejada en un lago. Al verse en el agua, quedó fascinado, sin saber que era él mismo.
Trató de tocar ese rostro perfecto, pero al hacerlo, las ondas del agua lo distorsionaban. Enloquecido por ese amor imposible, permaneció junto al lago sin comer ni dormir, y murió allí, consumido por su obsesión. En el lugar donde falleció, creció una flor blanca y amarilla: el narciso, símbolo de vanidad.
SIGNIFICADO:
1. Desde la psicología:
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El narcisismo: se acuñó el término narcisismo para describir a las personas que se aman excesivamente a sí mismas, que tienen una imagen inflada de su valor y que no pueden establecer vínculos reales con los demás.
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Eco como símbolo de la dependencia emocional: Representa a quien, por amor, pierde su voz, su identidad y su libertad, reduciéndose a repetir y seguir al otro.
2. Desde lo filosófico:
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El mito sugiere que el autoconocimiento mal dirigido puede llevar a la destrucción. Narciso se ve a sí mismo, pero no se reconoce como lo que es: su imagen es una ilusión.
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También plantea una crítica a la belleza superficial: el amor de Narciso no es verdadero amor, sino un reflejo sin profundidad.