Bienes Públicos
1. Definición de Bienes Públicos
LOS FALLOS DE MERCADO. LOS BIENES PÚBLICOS
Los bienes públicos son aquellos que cuyo consumo por parte del individuo no reduce, ni real, ni potencialmente la cantidad disponible para otro individuo.
Con los bienes públicos no se produce rivalidad en el consumo, lo que significa que el bien no disminuye por el hecho de que lo consuma un mayor número de personas. Además, los bienes públicos imposibilitan la exclusión.
Por tanto, las características de los bienes públicos son dos:
1.No rivalidad. Una vez suministrado el bien público el coste adicional de que otra persona lo consuma es cero. Todos los individuos disponen de la misma cantidad del bien.
2.No exclusión. Es imposible impedir que una persona consuma el bien público porque es muy caro. Con esta característica el bien público puede consumirse sin pagar nada, lo que lleva al problema del polizón o "free riding". Los polizones son individuos que consumen más que una parte equitativa de un recurso. El gobierno es el mecanismo primario mediante el cual las sociedades hacen frente a los problemas de polizontes. Mediante las reglamentaciones se actúa de forma colectiva para resolver los problemas de polizontes, como impactos sobre el medio ambiente o un uso excesivo de los recursos.
Existen dos tipos básicos de fallos de mercado en los bienes públicos:
1. Subconsumo. Es una situación en la que la producción de bienes de consumo es superior a su demanda. Cuando esta situación perdura en el tiempo los excedentes de producción se van acumulando en forma de stocks hasta llegar a niveles que para las empresas resultan insoportables.
2. Suministro ineficiente. Si se dejara exclusivamente a la iniciativa privada la provisión de los bienes públicos, estos serían ofrecidos en una cantidad muy inferior a la socialmente eficiente.
La intervención del Estado encargándose directamente de la producción, o subvencionando a empresas privadas, es la solución que puede garantizar el suministro suficiente de bienes públicos. Pero esta intervención plantea dos problemas: uno es determinar cuál es la provisión óptima (en qué cantidad deben ser suministrados) y por otro lado determinar sobre quién deben repercutir los costes y en qué cuantía. Es necesario que se revelen las verdaderas preferencias de los consumidores para poder estimar la cantidad óptima de bienes públicos que deben ser suministrados.
Los bienes públicos pueden ser puros e impuros.
BIENES PÚBLICOS PUROS
Tienen dos propiedades:
1.No es viable racionar su uso (no exclusión, o exclusión muy costosa). Nadie pagaría el precio de manera voluntaria, como por ejemplo un espectáculo de fuegos artificiales.
2.No es deseable racionar su uso (no rivalidad). Como los bienes no son rivales el coste marginal es nulo: no es deseable que nadie sea excluido de su consumo.
BIENES PÚBLICOS IMPUROS
Son una categoría intermedia entre los bienes públicos puros, que cumplen a raja tabla el principio de no rivalidad y los bienes privados, que son aquellos cuyo consumo es totalmente rival.
Con la existencia de los bienes públicos impuros se pone de manifiesto una importante cuestión que es preciso analizar: el carácter de público cuando se refiere a un bien es más una cuestión de grado que una propiedad absoluta. Por ejemplo, la educación, aunque toda la sociedad se beneficia de las mejoras en el sistema educativo y del aumento de la cualificación de los profesionales del país, algunos individuos se benefician más que otros: los propios receptores de la educación, sus familiares, sus empleadores, etc.
También se distingue entre bienes públicos no excluyentes y excluyentes.
Un bien público es no excluible cuando, técnica o económicamente (por su elevado coste), no se puede impedir que consuma el bien quien no paga por él. El alumbrado público es un bien público no excluible, ya que sería muy costoso impedir que alguien disfrute de las luces de las farolas al mismo tiempo que ese servicio se pone a disposición de otra persona que está en ese mismo momento en la calle.
Cuando es posible excluir del consumo del bien a quien no paga decimos que ese bien público es excluible. Una autopista es un ejemplo de bien público excluible ya que se establecen una serie de controles de peaje al objeto de impedir que circulen por ellas quienes no pagan.
Los fallos públicos o Falla del Estado
Al igual que el mercado puede generar equilibrios ineficientes, el sector público, tras intervenir en una economía de mercado es posible que conduzca a situaciones no óptimas.
Si el sector público pretendiese maximizar la función de bienestar social, con información perfecta, se alcanzaría un resultado eficiente. Sin embargo, la realidad desmiente esta proposición y ello se debe principalmente:
1) Definición de Función de Bienes Social. Se entiende por tal a la formalización de los criterios de justicia social de un país. Se trata de resumir las preferencias colectivas de una sociedad en una función matemática que se intenta maximizar, las dificultades prácticas de este enfoque son evidentes.
2) La existencia de sistemas democráticos no favorece que los equilibrios sean eficientes. Ello se debe a que los mecanismos de votación, las reglas de elección social no pueden alcanzar resultados eficientes sin violar alguna condición básica de la democracia (teorema de imposibilidad de Arrow).
3) Existencias de democracias representativas con partidos políticos que pretenden maximizar el número de votos que reciben y no de definir programas electorales que consideren coherentes con su ideología. Los partidos políticos, en su afán de conseguir votos, persiguen acercar su programa electoral al del votante medio (ver teorema del votante medio), definiendo este como aquel individuo situado en la mediana del electorado, si se clasifica según ideologías políticas. Los partidos políticos, por tanto tratan de "centrar" sus programas electores, con la intención de recoger un mayor número de votos.
4) Teoría de la burocracia. Se define el burócrata como el funcionario que proporciona información a los políticos para que estos adopten decisiones y pone en práctica las mismas. Como en el sector público no se suele remunerar a los funcionarios según su productividad, sino en función de su antigüedad y responsabilidades, puede concebirse al burócrata como un individuo que pretende maximizar sus influencias, prestigio, número de subordinados a su cargo o metros cuadrados de despacho. Ello conduce inevitablemente, a un exceso de gasto público que no se encuentra justificado en necesidades sociales. Puede proporcionar información distorsionada para ver aumentar el presupuesto a su cargo.
5) Grupos de presión. La existencia de “lobbis” altera los resultados, puede influir sobre los resultados de las elecciones según la naturaleza de sus objetivos pueden mejorar la eficiencia del equilibrio.
a) Ecologistas que abogan por un uso racional de recursos naturales limitados. Mejorar la eficiencia del sistema a largo plazo.
b) Empresarios que piden protección frente a la competencia exterior.
Para ampliar estos temas se deberá contar con la lectura de los materiales indicados en el programa y de los textos de apoyo que se encuentran en el entorno virtual.